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Hater, odiador argentino

Pareciera que todos los argentinos se odiaran unos con los otros, un odio acérrimo que proviene de casa, de las frustraciones de los que en ese momento eran los adultos.
Ahora las nuevas incorporaciones  de adultos son los del año 2005 y dependiendo que tanta suerte te toco en este mundo, van a ser las preocupaciones que te aparecerán a la hora de salir a la calle y buscar experiencias formativas y laborales...
Con gran gratitud tenemos la suerte de ser argentinos, porque la gran mayoría ama a su patria, pero también, debe decirse que un gran amor como el "ser argentino" lleva una gran carga. 
La pelea constante de agravio y la enemistad partidaria, mezclada por un hartazgo de la clase dirigencia sindical, estatal y deportiva. Los argentinos son fanáticos, son politizados y también desahuciados.

Dicen que el odio acérrimo es promovido día a día por una alimentación excesiva de información y los proveedores (los que difunden la información) de marcara la agenda de la semana, una artimaña sutilmente política.
Desde una perspectiva de control y poder Hobbes nos dice que quien posee información tiene poder, es mas quien tiene los medios para poder difundirlo tienen un lugar de privilegio, porque nadie te elije, nadie te conoce, pero todos te escuchan.

Siempre me pregunte porque Mario (un periodista) era tan querido y amado por los abuelos, lo cierto es que el periodista siempre los acompañaba en su programa diario, desde muy temprano, los abuelos a eso de las 6.00 am ya están despiertos, tanto tiempo los acompaño que reconocían su típica voz. Mario es quienes les sacaba temas de conversación, opinión y les decía como iba a estar el clima.

Casi nadie de estos abuelos conocía a Mario, pero era tan natural escucharlo día  a día, que aun sin conocerlo personalmente lo sienten como una voz familiar, de confianza y a la familia se le cree.

 La utilización de la confianza y la familiaridad, es una gran herramienta si se usa con malicia o para poder influir en intereses personales, económicos, políticos. Algunos adolescentes, nos podrían dar algunas clases, cuando dicen que mamá o papá también cometen errores, es así. Lo que sucede aquí no es un tema de familiaridad intrínsecamente, sino las atribuciones que le damos a medios, comunicadores e influencer sin ser consientes.

Al argentino promedio le aburre los textos largos, el palabrerío y el político que habla de política. Por eso acude al que le resulta mas familiar, el que le dice  "la clara", el que "no da tantas vueltas". (El que tiene la información o dice tenerla)…. ya allí perdimos nuestro criterio, perdimos la verdad.

Volvemos a ser los adultos propagadores frustrados, enojados con personas que no conocemos y de cosas que no entendemos porque suceden.








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